MUNICIPIS I ENTITATS DE L'ALT CAMP

Alcover

 

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Alcover
Al pie de la Serra del Pou, al oeste de la comarca de l’Alt Camp, cruzado el término por el río Glorieta y rozándolo el Francolí, se asienta la antigua villa amurallada d’Alcover. Amurallada estuvo desde el siglo XIII, pero uno más tarde se ordenó hacer un segundo recinto a causa de una de las guerras que Catalunya mantuvo con Castilla. De aquellas antiguas fortificaciones se conservan dos entradas, Sant Miquel y Saura, y de las dieciocho torres, tres, Ca Ballesté, d’en Girona y Ca Tatxó. Esas puertas y esas torres le dan a Alcover un aspecto medieval que, con rapidez, se mezcla con otro menos antiguo, el renacentista de las magníficas casas señoriales.

El topónimo nos suena a árabe, y bien podría ser, pues esa zona, al pertenecer a la Catalunya Nova, se conquistó a los musulmanes mucho después que el resto de las tierras que compondrían Catalunya. Sabemos que existía un pequeño pueblo, de nombre Samuntà, que ahora vemos en el mapa, muy cerca de la villa, y que tal vez se haya convertido en una moderna urbanización. Este pequeño lugar perteneció al condado de Prades durante un tiempo y nosotras, que hemos estudiado este condado, nos resulta agradable saber que, siglos atrás, perteneció a las tierras de la familia de las reinas Elionor de Xipre y Margarida de Prades.

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Alcover. Església Vella o de la Sang
Alcover. Església Vella o de la Sang
Para nosotras lo más interesante de Alcover son las ruinas de la Església Vella, también llamada de la Sang, nombre que le debe a la congregación del Crist de la Sang, que tuvo ahí su sede. Es románica, del siglo XIII, y suponemos que en la Edad Media la población se agruparía alrededor de ella. Decimos ruinas porque es lo único que resta del edificio. Pero ruinas impresionantes, que dejan ver el trazado, el gran rosetón que se muestra intacto, los arranques de los arcos, la robustez de los muros y los materiales empleados para la construcción. Conserva también unos magníficos capiteles y restos de la escalera circular que subía al campanario. Lo primero que pensamos es que el nombre de la Sang se debía al color rojo de sus piedras, porque son de rojo oscuro, rojo sangre, pero no, el nombre se lo da el tipo de piedra empleado, el salou. La sujetaba un edificio destinado a hospital, y al caer éste, en 1937, la iglesia se desmoronó sobre él. Cuando esto sucedió ya había sido declarada Monumento Histórico Artístico.

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Alcover. Església Vella o de la SangAlcover. Església Vella o de la Sang
El hospital suponemos que sería el que refiere Pascual Madoz en su “Diccionario…”, del cual dice estaba destinado a acoger enfermos pobres. Sería cuarenta años después, en 1979, cuando las ruinas fueron consolidades, y hoy se muestran, cuidadas y románticas, rodeadas de jardines y debidamente iluminadas. Sólo esta antigua iglesia merece una visita a Alcover.

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Alcover. Racó del Portal de la SauraAlcover. Racó del Portal de Sant Miquel
Vistas estas ruinas convertidas en monumento, lo mejor que podemos hacer en Alcover es callejear. Lo que fuera recinto amurallado, en forma de almendra, nos irá mostrando unos edificios señoriales, y otros que sirven de viviendas en la actualidad, sin poder esconder su pasado de piedra y grandes arcos de medio punto formados con grandes dovelas. Debió ser importante Alcover. Las calles del viejo centro son estrechas y están bien cuidadas. Los bajos de estos edificios están ocupados por un comercio muy bien cuidado, que las autoridades municipales se encargan de promocionar con el slogan “Compra a Alcover. Alcover surt a compte”. En uno de ellos, frente a la iglesia parroquial, compramos unas exquisitas madalenas recién salidas del horno –las cocas sólo las hacen los sábados-.

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Alcover, l'AbadiaAlcover, l'Abadia
Entre los edificios grandes y señoriales destaca l’Abadia, propiedad de los hermanos Pròsper y Antoni Company. Se fueron a hacer las Américas siglos atrás, a convertirse en indianos, y a la vuelta, en 1618, encargaron esta magnífica casa que conserva su fachada intacta. Muy cerca de ella puede visitarse el Museu Municipal. Lo más importante es la colección de fósiles de todas las eras paleontológicas, especialmente el conjunto del Triásico procedente de las pedreras de Alcover-Mont-ral.

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Alcover. Plaça Nova
Seguimos paseando y pasaremos por la Plaça Nova, porticada, grande y limpia. Veremos en una de las esquinas un cartelito blanco donde avisan que la antigua pensión Can Gumets ha cerrado las puertas después de ser atendida por varias generaciones de la misma familia. Nos dijeron que servían unas sustanciosas comidas cassolanas y que era famosa su crema de limón. En la Plaça Nova está el Ayuntamiento, en otra magnífica casa renacentista. Podemos hacer un descanso en un antiguo bar bajo los soportales y tomar un vino tinto de la tierra con aceitunas, antes de seguir callejeando hasta la Plaça Vella, el Barrio judío, y detenernos en todo aquello que nos vaya sorprendiendo, un arco, una imagen religiosa de cerámica colocada en una pared, mientras disparamos unas fotos, si los vehículos lo permiten.

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Alcover. Església Nova de la Virgen de la AsunciónAlcover. Església Nova de la Virgen de la Asunción
Ya extramuros está la iglesia nueva, grande, con portada renacentista, dedicada a la Virgen de la Asunción, de la que se sirven para el culto. Es una de esas iglesias que abundan por las tierras de Tarragona y que no suscitan demasiada atención, por más que esta tiene una fachada bien trabajada y adornada.

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Alcover. Sindicat Agricola
También fuera de los muros nos llamará la atención un gran edificio que sirvió de Sindicato de Agricultores, grande, con unos dibujos en azul, hiperrealistas, de racimos de uvas. La fachada la han conservado y su interior lo están convirtiendo en viviendas. Fuera también, donde se mueve la vida, están los pisos modernos, los bares y restaurantes, como perdido en un chaflán, hay un lavadero remozado, que sería construido por los años cincuenta o sesenta, y que han mantenido bien, con agua, no sabemos si para que siga utilizándose o como muestra del trabajo que significaba para las mujeres lavar la ropa. Alrededor de él crece perejil, y pensamos que tal vez las mujeres lo plantaron ahí y, al volver a casa, arrancarían el necesario para el guiso.

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Alcover. Ermita de Nuestra Señora del RemeiAlcover. Ermita de Nuestra Señora del Remei
A unos dos kilómetros del pueblo, saliendo por delante de la iglesia, en una explanada adecuada para pasar las horas, y con un bar restaurante en una parte –cerrado cuando fuimos- está la ermita de Nuestra Señora del Remei. Allí celebran el Lunes de Pascua, y por las tardes, nos dijeron, muchas mujeres caminan desde la villa hasta la ermita, por aquello de mantenerse en forma –suponemos-. Joan Amades, en su Costumari, dice que, en tiempos, las solteras acudían allí, a colocar la cabeza sobre una piedra llamada “del remei”, a fin de encontrar novio.

Aún nos cuenta Amades de otra piedra, esta movediza o andadera, como la llaman en algunos pueblos de Castilla.

Les gents de l’Alt Camp de Tarragona, Valls, Picamoixons, Alcover, la Selva del Camp, Vallmoll i d’altres llocs havien acudit a consultar una pedra bellugadissa que es troba en terme d’Alcover, anomenada Pedra del Catroc, nom onomatopeic de la remor que fa en bellugar-se, la qual varia de tonalitat segons d’on bufa el vent i que, segons dir dels vells, se sent ben bé des de Tarragona. Els nostres avantpassats se´n servien per a parlar-se a gran distància en casos de perills greus i de guerra. Els qui acudien a consultar la pedra interpretaven el “catroc” de manera adequada a llur cas.

Alcover. Fira del Bandolers (foto del web del ajuntament)El segundo fin de semana de octubre puede verse la Fira de Bandolers d’Alcover. Se baila el ball de Serrallonga. Este recuerdo al bandolerismo tiene su origen en la facción de los Morells, de la villa de Alcover. Recomendamos la lectura del artículo de Magí Sunyer, en el butlleti nº 5, del Centre d’Estudis alcoverencs, del año 1979, y también, en el mismo boletín, pero del año 1984, el trabajo de Lluís M. Soler i Terol.

Una bonita villa Alcover, armónica, bien cuidada, atractiva, de fácil acceso y a pocos kilómetros de Tarragona. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que de los lugares visitados hasta ahora en l’Alt Camp, es el más interesante.

 

Alcover, hermosa villa de l’Alt Camp

Alcover. Església Vella o de la SangAlcover. Església Vella o de la SangAlcover. Església Vella o de la SangAlcover. Portal de la SauraAlcover. Portal de la Saura

Alcover. Portal de Sant MiquelAlcover. Església Nova de la Virgen de la AsunciónAlcover. Plaça NovaAlcover

 

Festa Major, el 16 d'agostFesta Major d'hivern, el 20 d'octubre Fira de Bandolers, el segon cap de setmana d'octubreFesta del Remei, el segon cap de setmana d'octubre

Gastronomía. Les bandoleres, les galetes de la Fira

La religiosidad del Císter


Entitats del municipi
i habitants, 2005

 Alcover, 3.907
La Borquera, 1
La Cabana, 69
Camí dels Muntanyants, 33
Mas Gassol, 13
Les Masies Catalanes, 125
La Plana, 14
Residencia del Remei, 98
Serradalt, 145

Ajuntament d'Alcover
El Diari de la Fira de Bandolers
Muntanyas de Prades-Rutes
Museu Municipal d'Alcover
Ceip Mare de Déu del Remei
Idescat. Alcover
Municat. Alcover

Altcamp.info.Alcover  
Alcover Ràdio

Grup de Teatre "Els noctàmbuls"

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© Isabel Goig, Israel Lahoz y Luisa Goig, 2007